Irfaan Ali, presidente de Guyana.
Guyana y Venezuela están inmersos en lo que podría convertirse en una de las crisis internacionales más serias vividas en América Latina en los últimos años.
Por BBC Mundo
El referendo convocado por el presidente Nicolás Maduro en Venezuela para que los ciudadanos aprobaran la incorporación a ese país del Esequibo -un territorio rico en recursos energéticos y minerales bajo control de Guyana, pero reclamado como propio por Venezuela- ha puesto a Caracas y Georgetown en ruta de colisión.
Tras la consulta el 3 de diciembre, Maduro no solo anunció la creación de un estado venezolano en ese territorio, sino que dijo que Venezuela otorgaría licencias para la explotación allí de petróleo y minerales, e incluso lanzó amenazas sobre las empresas internacionales que ya han recibido concesiones por parte de Guyana.
Sus acciones han puesto en alerta a las autoridades de Guyana, cuyas fuerzas de defensa realizaron maniobras militares la semana pasada junto al Comando Sur de Estados Unidos.
Luego de décadas de negociaciones infructuosas, Guyana ha llevado el diferendo sobre el Esequibo a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde Venezuela debería presentar sus alegatos en 2024. Pero Maduro insiste en buscar una solución por medio de la negociación y se niega a acudir a ese tribunal de la ONU.
El presidente de Venezuela se reunirá este jueves en la isla de San Vicente y Granadinas con su homólogo de Guyana, Irfaan Ali, para tratar la controversia con miras a reducir la intensidad del conflicto e instaurar una vía de diálogo apropiada.
En ese contexto, BBC Brasil y BBC Mundo conversaron con el presidente de Guyana sobre la crisis actual con Venezuela, las posibilidades de que derive en el uso de la fuerza y la posición de Georgetown en torno a la resolución del diferendo sobre el Esequibo.
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