Saleh al Arouri, número dos de Hamas muerto en Beirut. Mohammad Austaz / AP
Israel llevó a cabo el ataque en el que murió el número dos del movimiento islamista palestino Hamás, Saleh al Aruri, al sur de Beirut, afirmó este miércoles un funcionario de defensa estadounidense.
Aruri falleció el martes en un ataque perpetrado en un suburbio de la capital del Líbano que es un bastión del movimiento Hezbolá respaldado por Irán.
Es la figura de más alto perfil de Hamás que ha muerto desde el estallido de la guerra entre Israel y el movimiento palestino en Gaza en octubre.
“Fue un ataque israelí”, dijo a la AFP un funcionario de defensa estadounidense que pidió mantener el anonimato. No entró en detalles.
Hamás y funcionarios de seguridad libaneses acusaron a Israel de matar a Aruri y a otras seis personas.
El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, no comentó directamente la muerte de Aruri, pero dijo que las fuerzas armadas están preparadas “para cualquier escenario” posterior.
Esta última guerra entre Israel y Hamás comenzó después de que combatientes del grupo islamista se infiltraron en Israel el 7 de octubre y mataron a unas 1.140 personas, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes.
Tras el ataque, Estados Unidos envió rápidamente ayuda militar a Israel, que ha llevado a cabo una campaña implacable en Gaza en la que han muerto al menos a 22.313 personas, según el ministerio de Salud del territorio controlado por Hamás.
Esas muertes han provocado una ira generalizada en Oriente Medio.
Y desde el comienzo del conflicto también ha aumentado la tensión en la frontera israelo-libanesa, en Siria e Irak (contra las bases estadounidenses) y en el mar Rojo, donde los rebeldes hutíes de Yemen llevan a cabo ataques para frenar el tráfico marítimo.
Acusado por Israel de planear numerosos ataques contra el país, Aruri fue elegido en 2017 subjefe del buró político de Hamás, convirtiéndose oficialmente en el número dos del movimiento islamista.
Se cree que desempeñó un papel en la mejora de la capacidad militar del movimiento islamista y en la construcción de vínculos con aliados regionales como Irán.
Hezbolá ha advertido que el asesinato de Aruri “no quedará sin respuesta ni castigo”.
AFP