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En su mensaje de fin de año, el usurpador Nicolás Maduro compartió su visión optimista sobre los supuestos logros alcanzados en el año 2023, centrándose especialmente en la consolidación del crecimiento económico. Sin embargo, detrás de las afirmaciones del mandatario se esconde una realidad cuestionable que genera escepticismo para el desarrollo del próximo año.
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Maduro delineó ocho frentes de trabajo que, según él, guiaron los logros de este año, destacando la diversificación del modelo económico como una prioridad. Sin embargo, estas declaraciones omite información crucial sobre la verdadera situación económica del país.
Así mismo, aseguró que se propusieron concentrar esfuerzos en acciones concretas para impactar el desarrollo productivo en los diferentes sectores económicos. También resaltó la iniciativa de superar el rentismo petrolero y la dependencia, así como la creación de fórmulas alternativas a las recetas “neoliberales”.
“Logramos importantes equilibrios en una economía de guerra y solo preservando esos equilibrios podemos pasar a la fase de estabilidad virtuosa. La próxima fase”, subrayó.
