BRASILIA.- El Gobierno de Brasil expulsó este jueves a la Embajadora de Nicaragua Fulvia Patricia Castro Matu en respuesta a la medida del régimen de Daniel Ortega quien también expulsó al Embajador de Brasil en Managua, Breno de Souza da Costa, lo que pone más en evidencia una crisis que atraviesa la relación entre las dos naciones.
El diario brasileño O Globo informó que el presidente Luis Ignacio «Lula» Da Silva amparándose en el principio de reprocidad, decidió expulsar a Castro Matu y convocó para este viernes por la mañana al ministro de Exteriores Mauro Vieira para abordar la situación.
Hoy se conoció que el régimen de Ortega ordenó hace dos semanas atrás la expulsión de De Souza da Costa después que éste no atendiera la invitación que le extendió el régimen para asistir al acto del 45 aniversario de la Revolución Sandinista, que se celebró el pasado 19 de julio, aunque el jefe de la delegación diplomática brasileña no fue el único que faltó a la cita. Medios de Nicaragua aseguran que también estuvieron invitados otros diplomáticos acreditados en Managua y tampoco acudieron.
Las autoridades nicaragüenses no se pronunciaron sobre el asunto hasta el momento.
La relación entre Brasilia y Managua ya llevaba un tiempo fría, después de que Ortega ignorara los intentos de Lula para mediar, a pedido del papa Francisco, en la liberación de un obispo encarcelado.
«Daniel Ortega no atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces nunca más hablé con él», dijo Lula el pasado 22 de julio en una conferencia de prensa con agencias internacionales.
El régimen de Nicaragua excarceló en enero a dos obispos católicos, entre ellos monseñor Rolando Álvarez, y a otros religiosos y los envió a Roma, según informaron medios y opositores nicaragüenses en el exilio.
Ortega, que gobernó en la década de 1980 tras el triunfo de la revolución sandinista, volvió al poder en 2007 y desde entonces instauró una segunda dictadura sandinista, la primera fue de 1979 a abril de 1990.
En 2018, masivas protestas antigubernamentales en las que se registraron más de 300 muertos, según la ONU, fueron calificadas por las autoridades como un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.
FUENTE: Con información de Europa Press / AFP