Durante el fin de semana surgieron detalles de una supuesta ciberintrusión iraní al equipo de campaña del candidato presidencial republicano Donald Trump, la cual podría haber resultado en el robo de documentos internos de la campaña.
El FBI está investigando el asunto, así como los intentos de infiltrarse en la campaña de reelección del presidente Joe Biden, que se convirtió en la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris luego de que Biden abandonara la contienda.
Esto es lo que sabemos sobre el tema:
¿Qué sucedió?
El equipo de campaña de Trump dijo el sábado que había sido hackeado y que documentos internos delicados fueron robados y distribuidos. Culpó a operadores iraníes.
El mismo día, Politico reveló que había recibido documentos internos de la campaña de Trump por correo electrónico, de una persona que se identificaba únicamente como “Robert”. Según Politico, los documentos incluían dosiers sobre el candidato republicano a la vicepresidencia JD Vance y sobre el senador Marco Rubio, cuyo nombre también se barajó como posible candidato vicepresidencial.
Otros dos medios de comunicación, The New York Times y The Washington Post, también dijeron haber recibido material filtrado. Ninguno de ellos reveló detalles sobre lo que tenían, y se limitaron a describir los documentos en términos generales.
Aún no está claro si los materiales que recibieron los medios de comunicación se relacionaban con el supuesto hackeo del que fue objeto el equipo de campaña de Trump.
El vocero de la campaña de Trump, Steven Cheung, indicó que ambos hechos sí estaban vinculados, y dijo que los documentos “se obtuvieron ilegalmente” y que “cualquier medio de comunicación o de noticias que reimprima documentos o comunicaciones internas estaría sirviendo a los intereses de los enemigos de Estados Unidos y haciendo exactamente lo que quieren”.
El FBI confirmó el lunes que está investigando la intrusión en la campaña de Trump. Dos personas familiarizadas con el tema dijeron que el FBI también está investigando los intentos de infiltrar la campaña de Biden-Harris.
¿Por qué Trump está culpando a Irán?
El equipo de campaña de Trump no aportó pruebas concretas que demostraran que Irán estaba detrás del hackeo. Pero señaló un informe de Microsoft publicado el viernes que detallaba un intento iraní de infiltrarse en una campaña presidencial en junio.
El informe de Microsoft decía que una unidad de inteligencia militar iraní había enviado “un correo electrónico de spear-phishing a un funcionario de alto rango de una campaña presidencial desde una cuenta de correo electrónico comprometida de un exasesor sénior”. El spear-phishing es una modalidad de ciberataque en la que un hacker se hace pasar por un remitente conocido o de confianza, muchas veces con el objetivo de instalar malware o recabar información delicada.
La empresa tecnológica no reveló qué campaña o asesor sufrió el ataque, pero dijo que lo había notificado. Desde entonces, tanto Trump como Roger Stone, un viejo amigo y asesor del expresidente, han dicho que fueron contactados por Microsoft en relación con presuntos ataques cibernéticos.
“La corporación Microsoft nos acaba de informar que uno de nuestros muchos sitios web ha sido hackeado por el gobierno iraní. Tales acciones no son nada agradables”, escribió Trump en su plataforma Truth Social el sábado.
Grant Smith, abogado de Stone, dijo que su cliente “fue contactado por Microsoft y el FBI en relación con este asunto y sigue cooperando con estas organizaciones”. No quiso hacer más comentarios al respecto.
¿Qué dice el gobierno estadounidense?
Funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos se negaron a especular sobre las acusaciones de que Irán estaba detrás del hackeo, pero un vocero dijo que era plausible, ya que en el pasado Irán había recurrido a ciberataques y engaños.
“Estos últimos intentos de interferir en las elecciones estadounidenses no son nada nuevo para el régimen iraní”, afirmó el lunes Vedant Patel, vocero del Departamento de Estado.
Funcionarios de los servicios de inteligencia estadounidenses declinaron hacer comentarios sobre el incidente y remitieron las preguntas al FBI, el cual se ha limitado a decir que está investigando el asunto.
Cuando se le preguntó a la misión de Irán ante Naciones Unidas acerca de los señalamientos del equipo de campaña de Trump, negó estar involucrada.
“No le damos ninguna credibilidad a tales aseveraciones”, dijo la misión a The Associated Press. “El gobierno iraní no posee ni alberga ninguna intención o motivo para interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos”.
Sin embargo, desde hace tiempo se sospecha que Irán lleva a cabo campañas de hackeo que tienen como objetivo sus enemigos en Oriente Medio y otras regiones. Teherán también ha amenazado con tomar represalias contra Trump por el ataque que ordenó en 2020 que mató al general de la Guardia Revolucionaria Qassem Soleimani.
¿Harris también fue blanco de un ataque?
El equipo de campaña de Harris se ha negado a decir si ha identificado algún intento de infiltración por parte de algún Estado extranjero, limitándose a decir que vigila atentamente las amenazas cibernéticas y que no tenía conocimiento de ninguna violación de seguridad en sus sistemas.
Pero dos personas familiarizadas con el tema dijeron que el equipo de campaña de Biden-Harris también fue blanco del presunto ciberataque iraní. Las personas hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a divulgar detalles de la investigación.
Al menos tres miembros del equipo de campaña Biden-Harris recibieron correos electrónicos de phishing (una técnica que emplea correos electrónicos o sitios web fraudulentos que suplantan a empresas o instituciones para obtener contraseñas y otros datos privados), pero los investigadores no han encontrado pruebas de que dicho ciberataque haya sido exitoso, dijo una de las fuentes. Los intentos se produjeron antes de que Biden abandonara la contienda.
El FBI comenzó a investigar ese incidente en junio, y los servicios de inteligencia creen que Irán estaba detrás de los intentos, dijo la fuente.
¿Dónde he escuchado esto antes?
El supuesto hackeo y filtración de material de campaña puede sonar como un tema familiar porque ya ha ocurrido antes, notoriamente en 2016.
Ese año, un hacker ruso reveló correos electrónicos del director de campaña de Hillary Clinton, John Podesta. El sitio web WikiLeaks publicó una gran cantidad de mensajes que fueron ampliamente difundidos por los medios de comunicación.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, señaló el martes el uso reiterado de esta táctica contra Estados Unidos y dijo que demuestra que sus enemigos extranjeros están “decididos a sembrar el caos y socavar nuestro proceso democrático”.
“Así que tenemos que mantenernos firmes para garantizar que nuestra ciberseguridad pueda resistir tales ataques a medida que se aproxima noviembre”, dijo en un comunicado.
Según expertos, el aparente hackeo de la campaña de Trump no será el último intento de este tipo para incidir en el resultado de las elecciones estadounidenses, ya sea a través de ciberataques o de desinformación en línea. Tanto Irán como Rusia, por ejemplo, han comenzado a dirigirse a los estadounidenses mediante sitios web de noticias falsas y otros contenidos en redes sociales que parecen tener como objetivo influir en los votantes, según han declarado directivos de Microsoft y funcionarios de los servicios de inteligencia estadounidenses.
Chris Krebs, un exfuncionario de seguridad electoral de alto nivel, advirtió en la plataforma social X que los estadounidenses deberían tomarse en serio esta amenaza.
“Puede que no te guste la persona que ha sido objeto del ataque, pero al enemigo eso le importa un comino”, dijo sobre el hackeo de la campaña de Trump. “Las elecciones estadounidenses las deciden los estadounidenses. Que siga siendo así”.
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