Rayo cósmico impactó la TierraFoto: Universidad Metropolitana de OsakaL-INSIGHT, Universidad de KiotoRyuunosuke Takeshige
A diferencia de eventos anteriores, como el rayo cósmico ‘Oh-My-God’ detectado en 1991, Amaterasu se presenta como un enigma comparable a la propia diosa del Sol en la mitología japonesa.
El Telescope Array detectó el segundo rayo cósmico de mayor energía en la historia, al que los científicos han bautizado como “Amaterasu”. Este impactante evento ha desencadenado una serie de investigaciones para comprender sus implicaciones tanto en la Tierra como en la galaxia.
Por Blu Radio
La ultra-energía de origen desconocido con la que ha golpeado Amaterasu plantea preguntas cruciales, especialmente en términos de salud. Los rayos cósmicos, partículas subatómicas de alta energía que viajan por el espacio y bombardean la superficie terrestre, pueden tener consecuencias graves para la salud humana. Aunque el campo magnético de la Tierra nos protege en gran medida de estos rayos, la magnitud de Amaterasu ha despertado preocupaciones sobre posibles efectos.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA), los rayos cósmicos se dividen en dos tipos principales: solares y galácticos. Mientras los primeros provienen de partículas emitidas por el sol, los segundos se originan en los restos de supernovas, las explosiones de estrellas. Aunque la mayoría de estos rayos no afectan directamente a la población gracias al campo magnético de la Tierra, existe una posibilidad de exposición en casos excepcionales.A pesar de que la evidencia científica actual no sugiere preocupaciones de salud a gran escala debido a la radiación cósmica, hay excepciones notables. Los astronautas, expuestos a niveles más elevados de radiación galáctica, podrían enfrentar riesgos biológicos y cambios en el ADN, según varios estudios.
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