La bandera nacional de Papúa Nueva Guinea ondea en Port Moresby, Papúa Nueva Guinea, el 13 de noviembre de 2018. EPA-EFE ARCHIVO/FAZRY ISMAIL
Decenas de personas murieron a tiros en Papúa Nueva Guinea durante una emboscada ocurrida este domingo en la remota provincia de Enga, situada en la región montañosa de Highlands, en el centro del país oceánico y escenario de frecuentes enfrentamientos tribales, informaron este lunes las autoridades locales.
Mientras que los medios locales cifraron hoy el número de muertos en 64, después de que se retiran los cadáveres encontrados en las de las praderas del distrito de Wapenamanda (Enga), la Policía local rebajó la cifra hasta los 26, según informó la cadena pública australiana ABC.
El superintendente en funciones de la Policía de Papúa Nueva Guinea, George Kakas, dijo este lunes a la ABC que el suceso, ocurrido el domingo, sería “la mayor matanza que se ha visto en Enga, quizá también en toda Highlands, en Papúa Nueva Guinea“.
El alto mando policial indicó que la matanza ocurrió cuando una tribu emboscó la mañana del domingo a otra tribu rival que, junto a sus aliados y un número indeterminado de mercenarios, se dirigía a atacarlos.
La Policía también explicó que los enfrentamientos con armas de asalto y de tipo militar como SLR, AK47, rifles M4. M16, entre otras armas, fueron protagonizados por las tribus Arbulin y sus aliados contra las Sikin y otros grupos afines.
El medio papú Post Courier publicó el domingo algunas imágenes que circularon en las redes sociales tras la masacre que mostraban varios cuerpos desperdigados al lado de una carretera sin asfaltar o apilados sobre los camiones de la Policía.
“Empezamos a recoger cadáveres, esparcidos por todo el campo de batalla, las carreteras, la orilla del río… y fueron cargados en camiones de la policía y llevados al hospital“, explicó Kakas a la ABC.
Los enfrentamientos tribales en Enga- en la que estarían implicadas unas 17 tribus- se agravaron en 2022 durante las elecciones.
En septiembre del año pasado se produjo otra serie de incidentes violentos después de que una tribu fuera acusada de matar a un hombre, lo que obligó a las autoridades a restringir el movimiento de los ciudadanos.
Papúa Nueva Guinea, una nación rica en recursos que tiene a una gran parte de sus doce millones de habitantes en situación de extrema pobreza, está aislada por los problemas de conexión e infraestructura, especialmente en áreas remotas donde la seguridad y servicios básicos de salud y educación escasean. EFE