«Que se tome una manzanilla”, esto fue lo que dijo este martes el presidente de la República, Nicolás Maduro, un día después de que su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresara preocupación por advertencias del mandatario venezolano sobre un “baño de sangre” si en un supuesto la oposición gana las elecciones presidenciales.
“Yo no dije mentiras. Solo hice una reflexión. El que se asustó, que se tome una manzanilla”, expresó Maduro sin mencionar a Lula.
Insistió que “en Venezuela va a triunfar la paz, el poder popular, la unión».
El jefe de Estado hizo referencia al Caracazo, estallido social que dejó miles de muertos en 1989.
“Yo dije que si, negado y trasmutado, la derecha extremista (…) llegara al poder político en Venezuela vendría un baño de sangre. Y no es que lo digo inventando, es que ya vivimos un baño de sangre, el 27 y el 28 de febrero”, manifestó Maduro.