Los momentos de parto, en este caso el político de Venezuela, contiene fases de angustia y dolor, pero con una inmensa y marcada esperanza. Ella comporta la tarea de prepararnos para la natividad de un cambio. El símil que establezco, por las fechas decembrinas que vivimos, tiene que ver con el año litúrgico cristiano, que se refiere a la preparación que consiste en la esperanza, visto como una expectativa confiada y el anhelo de que vamos a ser testigos de las bendiciones del inicio de una fase de reencuentro de la familia venezolana, de una Venezuela de paz y progreso.
La fase aún no está bien conformada, pero ahí está mucho más que una idea en lo que significa la preparación de esa esperanza, en la lucha del bien contra el mal, porque de eso se trata.
Este proceso tendrá un contenido de reflexión, porque los errores propios y de terceros que han afectado a todos, deben ser colocados a la vista, como factor de enmienda, para luego tener la fortaleza para poder construir. A pocos días del nacimiento de Jesús, en tiempo de adviento, se renueva el compromiso para luchar por la libertad y los profesionales, técnicos, emprendedores, comerciantes, etc., quienes constituyen una franja muy importante de la sociedad venezolana, tienen un inmenso reto, porque deben asumir la fuerza del cambio político con un movimiento cívico para la defensa integral del voto, para lo cual debemos tener más de 600 mil líderes comprometidos, para luego conquistar los espacios públicos y ponerlos al servicio de la ciudadanía y no al de una casta corrupta.
En el encuentro de los líderes del sector Gremios de Voluntad Popular, realizado el pasado 4 de diciembre en la sede del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV) de Caracas, proclamamos que seguiremos defendiendo los colegios profesionales, porque se han convertido en templos de la democracia. Y en la Asamblea General Nacional del sector realizada, asumimos que con el liderazgo de María Corina Machado, Freddy Superlano y muchos otros, no descansaremos hasta poner el Estado al servicio de los ciudadanos.
Estamos en pleno conocimiento de que tendremos que transitar en un campo minado, pero lo vamos a convertir en una vía de oportunidad para restablecer la democracia y la justicia.
Ha sucedido antes en la historia universal, que luego de grandes crisis las naciones se levantan con firmeza. El ejemplo más significativo son los países de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial.
En esta época de esperanza en el futuro, puedo decir que tenemos una gran posibilidad de salir adelante, porque tenemos a la inmensa mayoría de los venezolanos dispuestos y determinados a entregar todo su esfuerzo por el cambio político, pero también para ser parte esencial en la reconstrucción de nuestra nación. Y además porque soy testigo del gran compromiso que tienen con nuestra nación y de la seriedad con la que toman lo antes expuesto. Así me lo han hecho ver los contactos que he tenido con los ciudadanos durante giras por el país y lo que nos dejó el encuentro de líderes regionales de nuestro sector Gremios de Voluntad Popular del 4 de diciembre.
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¿Será suficiente todo lo anterior para lograr el supremo objetivo? Honestamente diría que no.
“Los esfuerzos y el coraje no son suficientes sin un propósito y una dirección”, dijo el asesinado presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy y a eso me refiero al expresar mi negativa respuesta a la pregunta planteada. Lo explico:
Nosotros podemos contar con un ejército de personas dispuestas a luchar con todo su esfuerzo y coraje, pero sin un propósito bien definido y sin una dirección o conducción politica clara y precisa, no tenemos garantías. Y esta es la parte que corresponde a nosotros, los políticos. Por ello, resalté al principio la necesidad de que en el proceso en que entramos exista un contenido de reflexión y análisis, para evitar repetir los errores que hemos cometido en el pasado.
Eso sí, hay que exponerlos para no olvidarlos.
La falta de unidad, que es lo que siempre nos han solicitado los ciudadanos, es uno de ellos. Ahora bien, tras la elección primaria del 22 de octubre, salvo una excepción, hemos visto como los líderes que fueron candidatos en ese proceso se han mostrado contundentes y muy firmes en el apoyo a la candidata unitaria Maria Corina Machado.
Ese factor también nos alimenta la esperanza y lo mismo sucede con las declaraciones más recientes que ha hecho ella, quien en su condición de líder nos revela que está muy clara en el propósito y en la dirección que debemos tener y seguir. Ella afirmó: “Vamos a construir la Gran Alianza Nacional con todos los venezolanos de bien. Convocamos a los ciudadanos de todos los rincones y sectores del país; de organizaciones comunitarias, culturales, gremiales, laborales, religiosas y partidos. Con los brazos abiertos nos encontramos y avanzamos en la construcción de una legión ciudadana robusta y comprometida a derrotar al régimen en las Elecciones Presidenciales del próximo año”.
Más claro, imposible.
Por lo tanto, tenemos gente comprometida y decidida con el único propósito de alcanzar el cambio político y contamos con una dirección, cuya base es la más poderosa de todas: la unidad de todos los liderazgos y sectores del país.
¡Tenemos esperanza!
Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.